miércoles, 17 de junio de 2015

El CUADRO de LOGIA de APRENDIZ de REAA. HISTORIA y SIMBOLOGÍA


El tema de los Cuadros de logia o Tracing Board, es un tema muy poco tratado en  España, tanto es así que se le da poca importancia, y siempre cuento la anécdota de una logia del GOdF que trabajando en RF , por vagancia de compra y de investigación y proque no se le daba importancia, utilizaba los Cuadros del Logia del REAA de una logia regular que trabajaba en el mismo local, y eso sucedió durante años, lo cual denota la importancia que le damos los masones a los temas rituales y a cuestiones como los Tableros de logia.

Hoy expongo un largo trabajo de un hermano portugués miembro de el Grande Oriente Lusitano, (GOL)  con el cual tengo muy buen relación y que me ha brindado un trabajo como este dado mi interés por esta temática de los Cuadros de Logia, de cuya reflexión les dejo en menos del Hermano  Joaquim Grave dos Santos. de la Logia Universalis. GOL

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Por cuadro, panel, o tapiz de logia entendemos la representación gráfica colocada, en la mayor parte de los ritos masónicos, en el centro del templo o taller, y a su vez colocada tal plasmación gráfica o pictórica sobre el pavimento mosaico. En dicho cuadro alegórico se encuentran plasmados los símbolos asociados al grado y rito al que se refieren los trabajos de la tenida en curso.

Este elemento de decoración del templo masónico simboliza la logia en su dimensión espacial, y como tal constituye una verdadera caja de herramientas simbólicas de elevado valor pedagógico
Desde antiguo existirán evidencias de su utilización en Inglaterra en el seno de la tradición de la Gran Logia de los Modernos, llegando de este modo a la masonería continental del siglo XVIII, en cuya época encontramos la verdadera génesis del Cuadro de Logia que ha llegado hasta hoy con las consiguientes modificaciones.

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Fig 1 Catéchisme de franc-maçons, de Leonard Gabanon 1744

La más antigua divulgación publicada en Francia, datada en 1737, y como tal denominada como Receptión d´un frey-maçon, es un documento trascrito según el relato del teniente de policia Herault, y elaborado en base a las informaciones recogidas por Mde. Carton, corista de la Opera de París, en dicho documento se encuentra estas referencia: Alrededor de un espacio delimitado sobre el pavimento, fue dibujado mediante tiza a modo de una especie de representación de las dos columnas el atrio del Templo de Salomón

En 1744 el Catéchisme de franc-maçons, de Leonard Gabanon (seudónimo de Louis Travenol, incluyó la reproducción de un «plano de logia para la recepción de Aprendiz-Compañero», y de un «plano de logia para la recepción de un Maestro» para lo cual se presentaron una serie de grabados que reproducían momentos de las ceremonias de iniciación, de exaltación, confirmando así las descripciones realizadas por el Teniente Herault.

De toda esta información, los grabados de Leonard Gabanon, resaltan en dicha época la importancia que tenía el Cuadro de Logia a la hora de las ceremonias masónicas.

El Cuadro de Logia transportaba a un espacio, a un tiempo que llevaba a la logia hasta su origen mítico, a la vez que permitía un soporte catequístico para un trabajo didáctico de cuya contemplación resultaron las reflexiones y contribuciones interpretativas de sucesivas generaciones de Hermanos, de cuyo origen y ubicación hoy designamos como masonería simbólica

La posición central del Cuadro de Logia favoreció el desarrollo de una deambulación circular, con un posicionamiento cara a cara alineado con las columnas, y con una estructuración en dirección al Oriente, y una distribución espacial que as u vez ubicaba a los Oficiales, soportando todo el conjunto criterios de orden funcional y simbólico.

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Figura 2 – Cuadro de Logia para la recepción de un Aprendiz-Compañero, L’Ordre des franc-maçons trahi et le secret des mopses révélé, 1745

De las primeras representaciones de los Cuadros de Logia publicados resalta, desde luego la forma rectangular que se asumen desde un principio en perfecta analogía con las características geométricas de la mayor parte de las salas donde se realizaban las Tenidas.

Otro aspecto fundamental de esta representación, mediante diversas técnicas, deviene de la orientación espacial denotada por estos paneles, materializada a través de la correspondencia con los puntos cardinales convencionalmente atribuidos a los cuatro lados de la logia e indicados como (Occidente – Oriente – Septentrión – Mediodía).

Los cuadros de logia de esta época son de carácter operativos, con una gran ligazón a la construcción simbólica a la construcción.

En general, estos cuadros de logia se asentaban sobre el pavimento mosaico en dos niveles, ligados por una especie de escalinata compuesta por siete peldaños, y que se suele representar en forma de semi-circular. En la parte nivel superior de la escalinata suele estar rematada con una balaustrada.

Y a cuyos lados hay dos columnas evocativas de la existencia a modo de una entrada que hace referencia al Templo de Salomón, dispuestas según el uso de los «modernos»(J à izquierda – B a la derecha), y así fue durante todo el siglo XVIII se fue prodigando este modelo en el seno de la Masonería practicada en Francia de la cual derivó esencialmente esta tradición de los tableros o cuadros de logia.

La mayor parte de los ejemplos que podemos observar se localiza precisamente ese espacio mítico retratado, como es el Templo en fase de construcción, en el cual aparecen representadas las tres ventanas localizadas al Occidente, al Oriente y al Mediodía.

Los símbolos ligados a la construcción presentan una disposición espacial variable siendo corriente encontrarse con representaciones de otros pertrechos que corresponden con las joyas móviles (Escuadra-Nivel-Plomada) e inherentes al Aprendiz (mallete y cincel). Dichos utensilios hoy en desuso en los Cuadros de 1º grado, que se alimentan de otros utensilios como el hacha, la paleta o la piqueta.
La cuerda dotada frecuentemente de dos borlas finales (dentelé) y con una serie de nudo aparece como un símbolo de un utensilio ligado a la construcción bordeando la parte superior del Cuadro, aunque luego veremos que dicha simbolización es mucho mayor.

Durante todo el siglo XVIII las representaciones del Sol y de la Luna aparecen, indistintamente, a la izquierda, o a la derecha de la parte superior del panel, la estrella flamígera configurando a su vez un triángulo, símbolo que viene a representar al Supremo Arquitecto del Universo,  dicho cuadro de logia suele una perspectiva vista desde el Oriente.

En el último tercio do siglo XVIII, los Cuadros de Logia pasarán a ser generalmente, pintados sobre tejido, ante se pintaban a tiza antes de la sesión, teniendo las salas donde se realizaban las tenidas con dicha presencia un carácter más específico para el acto masónico. Los símbolos consignados en los Paneles, y su distribución espacial y su aspecto gráfico fueron denotando con el paso del tiempo una mayor dispersión de criterios conceptuales, acentuándose esta diversidad con la llegada y práctica de los distintos ritos que se fueron articulando.

El Cuadro de Logia integrado en la decoración del Templo del Rito Francés, de 1801, se encuentra conforme a lo definido por el «Régulateur du Maçon», que recoge otros usos anteriores, ocupando la posición central de la Logia, circundado éste por los tres candelabros con sus respectivas velas, tal y como ha sido descrito por el Régulateur.

Según René Desaguliers, se puede comenzar a hablar de Ritos Escoceses cuando aparecen rituales relativos a los grados simbólicos, en los cuales la disposición de los candelabros es invertida, pasando en dichos Cuadros a tener este otra configuración y su interpretación simbólica empieza a identificarse con el ternario «Sabiduría – Fuerza – Belleza».

Por esa razón no nos puede extrañar que los primeros rituales de Logia de S. Juan del REAA, de1804, tengan esa disposición, y hayan evolucionado hacia esa simbología considerada por los respectivos paneles, como modelos constantes presentes en varios Tuilers publicados en la primera mitad del siglo. XIX, entre los cuales el más significativo de todos ellos sería el Tuilleur de Vuillaume, de 1820.

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Figura 3 – Cuadro de Logia de Aprendiz, “Tuileur de Vuillaume”, 1820

Se constata tras la observación de los Cuadros de Logia de esta época que su geometría convergió hacia un rectángulo pitagórico, cuyos lados se relacionan dimensionalmente en la proporción de tres para cuatro.

Por voluntad de la precisión técnica, y el cotidiano desenvolvimiento del pensamiento científico, los puntos cardinales iniciáticos utilizados en el siglo anterior, fueron sustituidos por los puntos cardinales profanos (Norte-Sul-Este-Oeste).

La cuerda pasó a simbolizar la Cadena de Unión, la cual circundan todo o panel, con excepción de Occidente, cuyo lateral permanece abierto para ilustrar que la Masonería se encuentra siempre receptiva a recibir a nuevos obreros. En los comienzos del siglo XIX el número de lazos de Amor, más frecuentemente encontrado, era de siete, dado que este número simbólico daba un cierto cierre al cuadro de logia queriendo de esta manera transmitir que el objetivo final del Arte Real era Cadena de Unión.

La definitiva localización espacial de la Logia de Aprendiz, con relación al Templo de Salomón, se ha tornado objeto de variadas interpretaciones divergentes que perduran pasados los siglos, teniendo esta cuestión origen en los Cuadros de Logia de inicio del siglo XIX, donde por ejemplo había desaparecido el pavimento mosaico, por entender que el Aprendiz aún se encontraba a la puerta del Templo, siendo pues confrontado ante esta, después de haber subido una escalera con un numero de grados idéntico a su edad simbólica. Tal criterio fue igualmente utilizado en la elaboración de los emblemas de los dos primeros grados del REAA, ilustrados en el libro de J. T. Loth, publicado en 1875.

La puerta en algunos paneles o cuadros está cerrada y en otros casos se halla abierta, y generalmente se presenta escoltada entre las dos columnas. Estas, en los Cuadros de Logia del REAA, cuyos grados simbólicos nacerán a partir 1804, se encuentran dispuestas según el posicionamiento de los « Antiguos» (J a la derecha – B a izquierda)

Las columnas aparecen en general encima de tres basamentos y frente al Templo, que se sobreponen a la puerta, normalmente manifestando cierta espiritualización a través de la representación del Delta Radiante.

No se han encontrado en este período más, representaciones de puertas a Oriente y al Mediodía, manteniéndose la presencia de las tres ventanas con sus formas y disposiciones habituales.

Con relación a las joyas móviles, inmóviles, o el mallete o el cincel, no existen más allá de otros posibles símbolos dentro del primer grado, siendo tales utensilios simbolizados generalmente representados de forma desagrupada.

El Sol y la Luna aparecen en la parte superior del Panel situándose el primero derecha y el segundo a la izquierda.

Entre los estudiosos simbolistas de principio del siglo XX se verificaron divergencias de opinión en lo que concierne a la geometría de la piedra tallada, e incluso sobre el pavimento mosaico, o el número de lazos de Amor que debería llevar la cuerda de nudos, perdurando muchas de estas disquisiciones en la actualidad.

En general el encuadre general se mantuvo con todo el conjunto inalterado al menos por cerca de un siglo y medio, verificándose a mediados del siglo XX, la introducción de modificaciones significativas en base a la corrientes evolutiva de los rituales, siendo muchas de estas modificaciones derivadas de una cierta tendencia hacia la britanización del rito en los grados simbólicos, tal y como ocurrió a partir dos años 50 en la Gran Logia de Francia.

Esta evolución o involución conforme a diferentes opiniones devino de la voluntad de esta Obediencia de ser reconocida por la Gran Logia Unida de Inglaterra, lo que motivó esta tentativa de modificar la práctica ritualística de los grados simbólicos del REAA, de una forma semejarse a los «workings» ingleses con tal de acercarse más a los Hermanos del otro lado del Canal da Mancha.

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Figura 4 Cuadro de Logia de Aprendiz. Gran Logia de Francia 1962

En este ejemplo que expone el ritual de la GLdF, 1962 (fig. 4) se observa la desaparición de la representación de la puerta del templo y su frontón, y un intento de distribución espacial de la analógica con los símbolos y su posicionamiento en la decoración de la logia

Aparecen en el pavimento de mosaico en su forma reducida (actualmente el modelo más utilizado en Francia), el Altar de los juramentos con los tres grandes luces de la Francmasonería agrupados en la posición correspondiente al grado de Aprendiz , las piedras bruta y tallada, cuya disposición es la habitual en logia, las herramientas Aprendiz, que se encuentran del lado de la columna B, y las joyas móviles e inmóviles dispuestas en los lugares donde se hallan la mesas de los oficiales de la logia (Escuadra: Venerable Maestro; Nivel: 1º Vigilante ; y Plomada: 2 º Vigilante).

Como elementos característicos de una notoria influencia británica se incluye
  • · La Biblia, que no existía en el REAA como libro sagrado en Francia entre 1829 y 1953
  • · La regla de 24 pulgadas, como símbolo del primer grado.
  • · Los tres pilares arquitectónicos: dórico jónico y corintio, respectivamente simbolizan la belleza, la sabiduría – fuerza – ternaria y que están dispuestas en las posiciones de cada uno de los oficiales  (Venerable Maestro/columna jónica-sabiduría – 1º Vigilante/ columna-dórica-fuerza y 2º Vigilante/ columna –corintio-belleza).
Cabe señalar que en este ejemplo la cuerda sólo está equipada con tres lazos de amor, la edad simbólica del grado de Aprendiz (tres años) y, por otra parte anotar, el hecho de que los paneles o cuadros de logia aparecen tan solo en dos colores, blancos y negro, similares a pavimento existente, para de este modo evitar controversias sobre la interpretación simbólica de otros colores , que presentaría nuevas y diferentes opiniones.

En el siguiente ejemplo correspondiente al modelo de referencia introducido en la misma Obediencia francesa (GLF) en 1979, permanece cierta preocupación hacia un hecho como es el retorno a la simbólica tradicional del REAA, no dejando, sin embargo de contener tendencias de la versión descrita anteriormente.

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Figura 5- Cuadro de Logia de Aprendiz. Gran Logia de Francia, 1979

Marcando de este modo un regreso a los puntos cardinales iniciáticos, con la reintroducción de pavimento mosaico, o la puerta de Occidente, o el frontón según las formas análogas utilizadas en el siglo anterior.

Como resultado del encuentro con las ideas defendidas por Oswald Wirth, a principios del siglo XX, la cuerda, en esta versión está representada por doce nudos o lazos del amor. Este número nos permite, que a lo largo de la toda la longitud del Panel se encuentren evidenciados tres intervalos de lazos, son evidentes otros cuatro, todos a la misma e igual longitud, ilustrando la naturaleza pitagórica del rectángulo que contiene.

Este número de lazos de amor se sitúa dentro del agrado sincrético del estudioso francés, que encontró una interpretación simbólica, identificándolos los lazos con los signos del zodiaco.

El resultado de la diversidad simbólica existente entre los diversos ritos masónicos y el resto de los sistemas rituales, fue que los Paneles de Logia han ido asumiendo substancialmente diferentes aspectos considerados como no pertenecientes al REAA.

En el Rito Francés (variante Groussier) el Cuadro de Logia no es un elemento indispensable en la decoración del templo, aunque sí que es recomendado su uso, el ritual de RF -GOdF 6009 de Referencia incluye un modelo tipo para ser tenido en cuenta por las Logias para su trabajo masónico
Esto no difiere sustancialmente en lo relativo al REAA, al menos en los considerados como símbolos, apenas si muestra otra disposición para los mismos eso sí omitiendo el libro de la ley sagrada, así como la regla de 24 pulgadas.

Otro punto a destacar es que este Panel no está orientado, puesto que en este rito no hay una sacralización del espacio iniciático, siendo apenas recordado como un tiempo mítico en el momento en que discurren los trabajos

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Figura 6 – Cuadro de Logia de Aprendiz Rito Francés ( Groussier) Grand Orient de France, 2009

En Inglaterra el uso del Cuadro de Logia solo se generalizó después de Act of Unión de 1813 usándose todavía hoy los modelos usados en los ritos anglosajones los que habian pintado en su día por famosos retratistas del siglo XX. XIX, como John Harris (1791 - 1873) o Josíah Bowring (1757-1832).

Estos paneles se caracterizan por ser dibujados en perspectiva, abundando los colores utilizados, constando una interpretación el Ritual de Iniciación en algunos «workings» como en el caso de la emulación.

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Figura 7-Cuadro de Logia de Aprendiz, Ritual de Emulación

Como elementos simbólicos específicos de este «working»", presentes en el Cuadro de Logia de primer grado, destacan los siguientes:
  • Los tres pilares, representados en las órdenes de arquitectura ya referidas anteriormente simbolizadas en este ternario por la Sabiduría, la Fuerza y la Belleza, también está presente Salomón, Hiram rey de Tiro e Hiram Abiff;
  • La escalera simboliza aquella otra visualizada por Jacob en su sueño en el cual los Ángeles viajaron entre la tierra y cielo.
  • Los tres símbolos presentes en esta escalera representan las virtudes teologales: Fe, Esperanza y Caridad.
  • Las cuatro borlas, dibujadas en las esquinas de la imagen simbolizan las virtudes
  • Cardinales: Justicia, Templanza, Discreción y Valentía;
  • Las siete estrellas alrededor de la luna representan a los siete hermanos para hacer una logia justa y perfecta;
  • La Estrella Flameante simboliza la glorificación del Centro, representado por la orla de triángulos negros  blancos y negros que circunda todo el contorno.
En el Rito de Adopción, a través de la cual comenzaron a ser iniciadas en el siglo XVIII las mujeres, el contenido simbólico se basa, esencialmente, representados por varios temas vetero-Testamento.

Los paneles del primer grado de este rito, por tanto, son significativamente diferentes de las vinculadas a los ritos masculinos, más centrados en la construcción del templo de Salomón. La masonería de Adopción exhibe más bien imágenes alusivas a los tres temas principales del aprendizaje de la mujer masona como tal Aprendiz, y que son la Escalera de Jacob, el Arca de Noé y la Torre de Babel.

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Figura 8 – Cuadro de Logia de Aprendiz. Rito de Adopción, siglo XVIII

Finalmente cabe señalar que los Cuadros de logia del Rito Escocés Rectificado, obedecen a directrices contenidas en los rituales de Willermoz, 1782, y son los que reflejan más la práctica del siglo XVIII.

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Figura 9 Cuadro Logia de Aprendiz. RER. XX

El Cuadro de Logia del RER presenta una puerta cerrada, símbolo de la puerta del templo Interior al que se accede por una escalera que consta de una serie de tres, cinco y siete peldaños, separadas por niveles. Teniendo presente que el Catecismo del primer grado de este rito describe que el pavimento mosaico se encuentra en el subterráneo del Templo, encontrando aquí un tema presente en los grados crípticos de otros ritos.

La puerta está flanqueada por dos columnas, pero sólo la izquierda se muestra la letra "J", dado que el aprendiz no sabe todavía lo que acontece a la derecha.

Además de estos aspectos y características el Panel de Logia representa tres conjuntos de símbolos, cada uno de estos compuestos por tres símbolos dispuestos en triángulo. Estos tres ternarios conforman las joyas móviles, las joyas inmóviles y conjunto con el Sol-Luna-Estrella Flameante, que representa el número nueve (3 x 3), presente en el RER de diversas maneras, como el número de oficiales, o el número de luces de la orden.

Uno de los aspectos que no fue normalizado en los rituales de 1782 fue el número de lazos de amor de la cuerda, por lo que en muchos paneles de este rito han adoptado el número de lazos de la cuerda fijándolo en nueve.

Además del Cuadro de logia del RER, existe también un Cuadro de Grado, colocado frente al altar del Venerable.

El primer grado, que fue heredado de la Estricta Observancia Templaria, refleja bien el carácter dual caballeresco y cristiano del sistema.

La columna rota por el fuste, cuyos cimientos siguen siendo firmes (en consonancia con la divisa «Adhuc Stat», que en Estricta Observancia simbolizaba la Orden del Temple, sin embargo en el RER, tiene una interpretación espiritual ya que representa al hombre, que aunque está corrompido por la caída, conserva en sí los medios que le permiten su regeneración, permitiendo a su vez la masonería la suya descubierta en sí mismo.

Este Cuadro de Logia dibujado siempre en blanco sobre un fondo negro, es una analogía del contenido del prólogo del Evangelio de San Juan, según la cual "la luz brilla sobre las tinieblas, pero las tinieblas no la comprendieron".
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Figura 10 – Cuadro de Logia del grado de Aprendiz, RER. XX

Además para contener los símbolos del grado, el Cuadro de Logia es en sí mismo un símbolo que desarrolla un papel indispensable en el REAA.

Así, en nuestro rito, el Panel de Logia colocado en su lugar en el local a trabajar este proyecta sobre sí mismo un eje vertical a modo de Zenit o Nadir, que representa el tercer término que equilibra el binario plasmado en el pavimento mosaico orientado a su vez el espacio iniciático en el cual se desenvuelven los trabajos y resaltando el centro en el que todo masón se debe situar.

Una vez más se vuelve a repetir toda la decoración simbólica del templo, el Panel de Logia reafirma que la unidad contiene en esencia el Todo, ilustrando el principio hermético de que todo lo que está abajo es igual a lo que está encima.

Este símbolo interactúa dinámicamente con el ritual, encontrándose abierto, cuando no estamos en el mundo profano, y cerrado, cuando la logia está no está trabajando, estableciendo así la vía que llevará al masón de Occidente a Oriente, en el camino de luz y conocimiento.

Se destaca además, que el Cuadro de Logia simboliza la logia, y la logia simboliza el mundo, todo esto ilustra que la  masonería es Universal.

Como tal, se extiende de Occidente a Oriente, de Septentrión al Mediodía y del Zenit al Nadir, en una sola Cadena  de Unión intemporal, que nos liga con el pasado y se materializa en el presente, para proyectarse en el futuro en una demanda constante de lo bello, lo bueno y lo verdadero.

Como tal caja de herramientas da soporte a los aprendices, más antiguos o a los recientemente iniciados, el Cuadro de Logia es una riqueza pedagógica excepcional, permitiendo un trabajo de reflexión simbólica extremadamente pródiga lo cual permite a cada hermano ir añadiendo su aportación las primeras letras que los hermanos, que anteriormente circularon la palabra, le han dado.
De todo lo mencionado, sobresalen los siguientes aspectos:
  • · La evolución histórica del simbólico asociado con REAA corresponde a una tendencia de profundización iniciática o, por el contrario habría que preguntarse ¿sería más interesante proceder a un enfoque más renovador que se remonta a los rituales y simbólicos y construcciones simbólicas del siglo XVIII?.
  • · ¿Cuál es la actualidad, la evolución de nuestro rito, en este inicio del siglo XXI.?
  • · Cuando hablamos de conocimiento iniciático, es esto una realidad estática, como el conocimiento escolástico, que apenas se renueva al ritmo del reconocimiento oficial de nuevos descubrimientos científicos?.
El conocimiento iniciático revivifica permanentemente, en la medida en que es adquirido cuando las interpretaciones que hemos recibido de los eslabones de la cadena que llegaron antes que nosotros, agregamos por tanto nuestra personal contribución reflexiva, trasmitiendo a los que nos preceden el valor de lo acrecentado de nuestra propia opinión.

El Rito Escocés Antiguo y Aceptado es, congénitamente, sincrético y consiguientemente integral, lo que le permite aglutinar un vasto universo del pensamiento y de los símbolos, que le ha permitido adaptarse a prácticamente a todos los cuadrantes geográficas en todos los sentidos de la práctica masónica.

Es cierto que no siempre los sincretismos introducidos han contribuido a una mayor coherencia del sistema, pero la consistencia es siempre la última demanda que se exige de un rito, cuyos grados simbólicos se desarrollaron en Francia, en 1804, sobre la base « antiguos» que generaron la mayoría de sus altos grados, en ese mismo país, entre 1740 y 1760, por masones que no conocía ninguna otra manera que la práctica masónica moderna y donde coexistían influencias filosóficas como distintas y a veces antagónicas como, por ejemplo, la hermética y la Ilustración o el Iluminismo.

Debemos con todo, pensar que un retorno a los orígenes, llevado a sus últimas consecuencias, ello obligaría toda a la contribución de varios y notables simbolistas como Oswald Wirth o Jules Boucher, que contribuyeron en el siglo XXI y XX, para que el REAA asumiese la riqueza simbólica actual, constituyéndose como un verdadero semillero y transmisor de la Tradición Masónica, en su dimensión material, intelectual y espiritual.

Con respecto a la innovación del sistema con respecto a temas de actualidad, se observa que la Francmasonería se basa en símbolos y mitos que se remontan a fuentes tradicionales que transportaron una esencia intemporal, asociada a la naturaleza humana, que le ha permitido servir de apoyo a la búsqueda de la verdad, en muy diversos contextos, espacio y tiempo.

La verdad no se alcanza, es el fruto del momento y tiene su búsqueda, lo cual ha permitido que los masones encuentran respuestas, en términos de valores éticos, frente a nuevos paradigmas de las sociedades, en mutación constante, constituyéndose así nuestra Augusta Orden en un factor de elevación de la humanidad, en una búsqueda constante de valores más justos y comprensivos.

En la reflexión filosófica masónica cuentan más los razonamientos que se producen, que la base que los sostiene. Para comportarse así fuentes de gran alcance como el REAA ofrecen una elección de herramientas adecuadas para cada la situación particular, lo que permite la interpretación de sus símbolos, que siempre se puede centrar en varios puntos de vista, pues tienen una lectura analógica que transporta las preguntas contemporáneas, permitiendo que el masón escocés del siglo XXI seguir trabajando, como sus antepasados, para su progreso personal y de la humanidad.

No creo que las visiones sean radicalmente renovadoras o las más convenientes para el futuro, también en el campo de la práctica ritual tenemos que saber siempre de dónde vinimos, dónde estamos, para en buena conciencia, decidir hacia dónde queremos ir.

En esta línea de razonamiento, coherente, se podrá construir entendiendo el mensaje que los hermanos que nos precedieron nos dejaron, porque entonces ello garantiza la continuidad de la cadena iniciática y, convenientemente, garantiza la transmisión.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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  • · Gabanon Leonard ”Catechisme des Francs-Maçons”, Paris, 1744;
  • · - Guérillot Claude ”Les trois premiers degrés du Rite Écossais Ancien et Accepté ”, Guy Trédaniel Éditeur, Paris, 2003;
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  • · Marcos Ludvic ”Histoire Illustrée du Rite Français”, Éditions Dervy, Paris, 2012;
  • · Mondet Jean-Claude ”La Premiére Lettre: L’Apprenti au Rite Ecossais Ancien et Accepté ”, Editions du Rocher, Paris, 2005;
  • · Nöel Pierre ”Les Grades Bleus du Rite Écossais Ancien et Accepté”, Éditions Télètes, Paris, 2003;
  • · Ritual ”Régulateur du Maçon”, 1801;
  • · Rituais RER, 1782;
  • · Ritual ”Guide des Maçons Ecossais”, 1804;
  • · Rituais de Referência REAA GLdF de 1927,1952,1962,1979,1984,1989,1998,2000,2003,2006,2013;
  • · Ritual de Referência Rito Francês Groussier GOdF, 2009;
  • · Rocchi Giorgio ”Importanza e significato del Quadro di Loggia”, 2013;
  • · Villant Jean-Claude ”De l’usage du tapis de Loge”, Paris, 2011;
  • · Wirth Oswald ”La Franc-Maçonnerie rendue intelligible à ses adeptes”, Éditions Dervy, Paris, 2007;
NOTA: Acceso al documento original en PORTUGUES:


Autor: Joaquim Grave dos Santos. Logia Universalis. Grande Oriente Lusitano (GOL)

Traducción autorizada por el autor y realizada por Víctor Guerra MM.:.Logia Progreso- DH)

jueves, 4 de junio de 2015

UNA VISION DISYUNTIVA DE LOS GRADOS «ESCOCESES». REFLEXIÓN y PROPUESTA.

ALdaba

LA REFLEXIÓN.

Cuando uno se enfrenta al trabajo masónico de los Altos Grados del REAA, desde la experiencia de haber trabajado la primordialidad de las Ordenes del Rito Francés que impulsó Roëttiers de Montaleau, y que desarrolló el Gran Capitulo General del Gran Oriente de Francia (GCG)1784, uno se queda con la extraña sensación de volver a un mundo preñado de «espiritualidad y religiosidad» que absorbió el rito Escocés Antiguo y Aceptado (REAA) constituyéndose en el corazón esotérico y hermético-cabalístico del renacimiento masónico.

Está claro que Roëttiers de Montaleau, y aquellos que le secundaron no pudieron abordar la puesta al día de las Ordenes de Sabiduría, tal como se hizo en los grados azules del rito Moderno con la compilación ritual que dio como resultado el Régulateur du Maçon, aun cuando en 1788 el GCG articuló talleres los Altos Grados y fijó el «sistema» francés, con una voluntad de aperturismo y pragmatismo como bien recogen los Estatutos y Reglamentos Generales de 1784, y que recoge el artículo 27 de esta forma: «Le G.:. Chap. G renfermera dans son sein, autant qu’il sera possible, toutes les connaissances maçonniques»

En 1802, varios Hermanos bajo ese aperturismo que mostró el GCG reivindicaron la co-existencia con otros ritos en el seno del GOdF, y desde ese preciso momento se puede situar la firma del concordato entre el GODF y la Grande Logia General Escocesa, para emprender la práctica del Rito Escocés Antiguo y Aceptado, a lo que se ha de sumar la instalación como Gran Maestro a Cambacérès que dio plenitud a dicho acuerdo, constituyendo desde entonces como un referente totalizador que además el Colegio de Ritos del Gran Oriente de Francia, impondrá como modelo ritual, ante lo cual Charles Porset denominaba irónicamente dicha acción como la «Creencia que aniquila la razón».

Durante más 150 años el REAA como rito y como estructura dentro de la obediencia francesa, evidentemente con herencias y préstamos, ha pilotado casi todo el desarrollo ritual periférico de la llamada masonería liberal continental, pues la huella de sus textos y sus orientaciones la encontramos en numerosos rituales que utilizaron y utilizan las más diversas Obediencias, tanto antiguas como actuales.

La otra gran orientación «escocista» continental, podemos decir sin ambages que procede de otra potente estructura, como es la que representa la Gran Logia de Francia (GLF), que a su vez guarda igualmente las esencias del Rito Escocés Antiguo y Aceptado. (REAA), aunque esta orientación ha tenido menos impacto en las masonerías continentales, al menos en lo que se pueda referir a España.

Por tanto, cuando abrimos la panoplia ritual de los Altos Grados del «escoscismo», nos encontramos con varias cuestiones que personalmente me llaman la atención, por un lado: la abundancia simbólica que han aportado las diversas escuelas de pensamiento y espiritualidad en base a la permeabilidad que el (REAA) ha mostrado como rito, lo cual unido al fuerte sustrato bíblico que alimenta los diferentes grados en combinación con lo anterior ha contribuido a fijar una tradición esotérica y simbólica que patentizan grados como el Caballero Rosacruz y el Caballero Kadosh, trabajados con fuerte dimensionamiento en el «escocismo».

Queda meridianamente claro el poso esotérico y simbólico con claras referencias hermético-alquímicas, y fuertes raíces cristianizantes que de buen grado aceptó el REAA, en contraposición al rito Francés (GCG- GOdF), que obvió trabajar de forma focal grados como el Caballero Rosacruz o el Caballero Kadohs, que han sido los buques insignia del esoterismo como templo espiritual para una experiencia espiritual, aunque desde algunas posiciones hoy se intenta presentar las prácticas rituales de estos grados «escocistas» desde un cierto existencialismo iniciático.

Está claro que desde posiciones agnósticas y ateas, el trabajo ritual de dichos grados trae complicaciones éticas y de cohesión entre pensamiento y praxis, y de ello han sido conscientes algunos estudiosos y autores, que han buscado la conciliación de los opuestos, no negando el hecho, pero ensayando otra perspectiva ante una dialéctica perpetua jamás concluida cuya arcaica y enigmática herencia, conforman una comunidad de espíritus contradictorios, que es la masonería.

En este sentido, se puede decir que el abordaje de estos temas en Francia ha sido importante, estando presente en el panorama reflexivo el trabajo Hermanos que practican el REAA, tanto desde el enfoque racionalista, como desde el campo espiritualista, de uno u otro rito, lo cual constituye un interesante corpus bibliográfico a consultar, con autores como J. Saunier; J. Bartholo; P-M Savainag; C. Guerillot ; B. Etienne, P. Mollier, etc.

Esta panorama de reflexión no tiene parangón en España, pero en todo caso deseo llamar la atención de los lectores de REAA, sobre el trabajo que se está realizando por cambiar enfoques y perspectivas, que permitan el trabajo desde el con una cierta coherencia entre razón y creencia, sin que una aniquile a la otra.

   

En este sentido es bueno poder visualizar el cambio de enfoque que nos propone Narciso Sáez Narro, cuando indica que por ejemplo «nuestros caballeros rosacruces del rito (REAA) no van a Oriente a conquistar terrenos sino a buscar ideas».

LA PROPUESTA.

En el panorama masónico español, muy inmaduro aún en estas lides de la reflexión ritual, digamos que aún estamos en ese estadio «de sí el ritual se ajusta o no a la tradición», sin que haya un estudio sistemático de los ritos y los grados, analizado desde la coherencia y la visión personal imbuida de una cierta laicidad y racionalismo, que nos a aleje de este modo de los patrones al uso, «donde todo vale en función que lo que indique el ritual», de ahí que luego haya grandes sorpresas cuando, por ejemplo, desaparecen algunas cuestiones de los rituales, los cuales han sido, por poner un ejemplo, colonizados por los sefirots misticos masónicos, o se ven reaparecer otros símbolos en función de modas o influencias que son préstamos de otros ritos, y otras estructuras masónicas...

Para mí, ahora que me encuentro en esas tesituras de trabajar en un nuevo rito como es el REAA, no puedo negar que determinados grados y enfoques se presentan desde mi visión particular de ateo, formado en el seno del Rito Moderno y Francés, y por ende heredero de una peculiar visión masónica, pues me encuentre ante ciertas contradicciones, de creencia y razón, antes las cuales preciso nuevos enfoques y herramientas para poder abordar este nuevo y denso recorrido por el REAA, con cierta frescura y prospectiva, sin caer en los determinismos al uso.

En este sentido para mi han sido totalmente recomendables para esta travesía de resituación con respecto a los rituales de REAA y los Altos Grados, las reflexiones hechas libros de Narciso Sáez Navarro, La masonería y sus Grados Escoceses, un dialogo desde la laicidad y la racionalidad. Tomo I Desde la Iniciación a la Maestría Perfecta, y Tomo II Los grados rosacruces, areópagos y los administrativos.

Ya que el amigo y francmasón de la GLSE y alto Grado practicante del REAA como es Narciso Sáez, trata de enfatizar de una forma muy didáctica otros enfoques para de esta manera poder abordar el gran embrollo de concepto y de praxis, lo que significa encontrarse de sopetón en la matriz de los Altos Grados REAA, las múltiples leyendas e interpretaciones bíblicas sin olvidar los aditamentos simbólicos herméticos- cabalísticos que parecen conformar parte del edificio conceptual del REAA, cuestiones no tan influyentes en otros ritos, como el Moderno/Francés del GCG-GOdF que he practicado durante más de once años.

Creo que en ese recorrido, desde la Escuadra y el Compás manejados en el primer tramo de nuestra experiencia masónica en logia azul, camino de la dimensión universalista de la reflexión que nos presenta la siguiente escala del trabajo masónico en cámaras de perfección, capítulos, etc, es bueno contar con herramientas que sirvan de apoyo y complemento a la hora de afrontar esa re-construcción que supone adentrarse en un mundo ritual, sea el que sea, pero más en el REAA, para que este se vivifique en cada uno de nosotros de tal modo que pueda arrojar resultados positivos a quien se adentre en tal prospectiva simbólica.

No es una propuesta de reflexión al modo y manera de un cierre categorial, sino un sendero de ensayo y error desde la prospectiva de pensar de forma abierta, partiendo como nos propone Narciso Sáez, de «integrar el lenguaje del sendero, del respeto y de la devoción», o sea iniciar de nuevo el gran tour del Compañerismo, en el proceso de la búsqueda más abierta y creativa posible.

Por tanto, este post no va de una reseña de un libro de un buen amigo, sino sobre la experiencia personal y sobre manera trata de presentar una introspección en una metodología que propone un estudioso como es Narciso Sáez, la cual nos puede servir para poder enfrentarnos a algunas las contradicciones ya expuestas.

Iniciación como un referente parcial y no totalizador.-

La famosa Iniciación se ha de vivir y contemplar como un proceso sin iluminaciones, ni ukases iniciáticos, sino dejando que cada uno viva su estadio masónico desde la condición personal labrada en base a percepciones, y experiencias vitales, vividas durante nuestra existencia antes durante de nuestra militancia.

Unos vivirán la entrada en la masonería desde la óptica de creencia, vivenciando una iniciación más espiritual, otros en cambio, la abordaremos desde la razón como una «recepción de masones entrados», siendo unos, tal vez, los «predestinados y elegidos», y otros simples albañiles en la gran cantera masónica con la misión de ir desbastando la piedra para encontrar la talla adecuada.

Por eso debemos abordar la iniciación desde una perspectiva abierta, ya que el complejo mundo simbólico del REAA y sus sustratos simbólicos de los que se alimenta nos lo exige, de no hacerlo así nuestros tránsitos se irían estrechando cada vez más hasta conducirnos hacia la constreñida vereda del dogmatismo conceptual y ritual de quedarnos con la experiencia textual.

Búsqueda desde el agnosticismo y la razón como base universal.

Narciso Sáez, nos propone en ese tránsito de la búsqueda como anhelo de superación desde la Razón, una búsqueda abierta activa que nos permita recrear la simbólica y su entorno, dándole vuelta al mito, abandonando la mitomanía, y des-construyendo la mítica al uso desde la Razón activa «para lo que admite o reconstruye esté revestido de convicción racional», no quiere ello decir que no podamos admitir valores sostenidos en ficciones sutiles, en metáforas y alegorías, sino que analizadas desde la razón podamos reelaborar  una nueva mítica que paulatinamente vaya sustituyendo, si se quiere, los viejos arquetipos bíblicos y herméticos por nuevas analogías, pues nuestra historia, nuestra cultura occidental no quepa la menor duda nos ofrece nuevas míticas y referencias que nuestros antecesores no consideraron en ese momento adecuadas, pero no por ello dejan de ser útiles en la recreación de una nueva mítica.

La ficción el corazón y la liberación ante moldes establecidos.

Está claro que enfrentarnos ante el alambicado mundo simbólico del REAA para aquellos que no hemos sido elegidos como «iniciados», sino que nos hallamos en la cantera como simples masones aceptados cargando con nuestro agnosticismo o ateísmo, es bueno trabajar desde la ficción, no «basta que desvelemos el camino» sino al contrario de como plantea Narciso Sáez, sino que teniendo como eje transversal la ficción poder ensayar desde la propia la propia semiótica del simbolismo «escocista», poniendo razón de por medio pero también corazón, pues de lo contrario no llegaríamos seguramente a tener conceptos claros sobre poéticas manifestaciones masónicas que tenemos a nuestro alrededor, las cuales debemos contemplar desde el corazón, que «todo lo vivifica en su proceso de transmutación y rarefacción, de su expansión y concentración, en su solve et coagula particular»

La liberación, los grados, los símbolos, la mítica y la regeneración

La re-construcción que debemos acometer, no deja de ser una introspección alegórica mediante la regeneración de una interpretación desde la ética personal y cotidiana en pos del progreso de la humanidad y la felicidad personal, aunque tenemos tendencia a pensar que «concepto de Razón que incorpora la ilustración desde el pensamiento protestante y de la peculiar aportación del jansenismo, resulta una entelequia no muy propicia para una masonería liberal y laica».

Por tanto nuestra actual posición histórica, cultural e intelectual, nos exige liberarnos del yugo alegórico al uso, sin que por ello neguemos la transcendentalidad del hecho ritual en su conjunto como fruto de un quehacer que nos viene de lejos y la puesta en valor cada día, para conseguir los fines que se fijan las distintas masonerías, y nosotros como masones, enlazando la raíz hermenéutica de la tradición con perspectivas y prospectivas más actuales y liberadoras. En otras palabras «la masonería está unida al presente, al ser humano del presente, a la razón activa que permite progresar en el aquí y ahora», no de una manera trascendente, sino desde la razón y la sabiduría que busca en ese orden dado en los rituales el sentido más hondo de la búsqueda, de la verdad.

Una búsqueda que se haya imbuida en una filosofía, en una ética, y una moral, todo ello desde la universalidad no dogmática, sino desde una posición abierta con el fin de ir desvelando, desde las alegorías bíblicas y herméticas que nos suscita de buenas a primeras la lectura de los rituales, los referentes que puedan conformar desde la razón una mítica universal liberadora tras ir quitando velos que nos desdibujan el sentir más hondo del mensaje a recibir, y tal como nos indica el autor de la propuesta «si en algún momento tomamos el símbolo como la última imagen simbolizada y nos quedamos en ello, se acaba el proceso».

Lo cual supone en este sistema de grados es bueno conocer lo que llevó a otros Hermanos a integrar elementos, alegorías y símbolos, que pueden ser útiles en la cadena de progresión o un lastre, por tanto debemos conocer la historia masónica y ritual para liberarnos en un constante ejercicio que todo masón debería realizar de regeneración personal y colectiva.

La Heterodoxia como axioma de trabajo

La búsqueda, tras la permanencia en las logias azules, cambia de sentido en las logias de perfección, hay una nueva orientación, digamos que se fija la atención en valores universales a veces velados o mediatizados, en parte por el relato bíblico, que a los que no estamos imbuidos en la «cultura del Libro» nos produce cierto rechazo, y máxime cuando se quiere presentar a la masonería como un remedo de la religión positiva y nos deja poco margen a los librepensadores para la razón y la libertad, no se trata tan solo de trasmutar la cena mística rosacruz en una espicha, para sintonizar razón y creencia en el desacuerdo que puede producir tal grado, que cada momento ratifica al anterior, por tanto ese juego malabar dialéctico –conceptual, no deja de ser una pequeña trampa, por lo cual es necesario ir un paso más allá, buscando el fin último y velado que pueda desprenderse del grado rosacruz como alegoría sobrevenida, ya hasta sobre actuada, de otro tiempo y otras referencias misticos -históricas, antes las cuales se han de hollar en otros paradigmas.  

Y eso, todo ello se puede abordar desde las posiciones ya comentadas, pero asumiendo también un grado de heterodoxia que será la guía que nos permita luchar por la libertad y la fraternidad del otro desde la paradoja de que los masones podemos detentar una misma construcción moral, estemos donde estemos, tengamos el grado que tengamos, teniendo en cuenta de que no hay verdades absolutas, y que nunca seremos iguales, puesto que cada uno se traza su camino, trabaja su piedra desde su universo mental y vivencial, lo cual no quita para que seamos una sociabilidad construida por semejanzas y complementariedades.

Esto es los que nos propone Narciso Sáez, para abordar el proceso de imbuirnos en la ritualidad del REAA desde perspectivas laicas y racionalistas, abordando desde estas premisas cada grado de los 33 que tiene el REAA, analizando cada uno de ellos, viendo sus desarrollos y propuestas, examinando sus herramientas y proyecciones.

No es un cierre categorial, ya que Narciso Sáez, es hijo de sus vivencias, de su visión masónica y formacional, pero propone una sistemática y una metodología que nos puede servir como referente para llegar a veces a posiciones radicalmente encontradas o complementarias, la razón activa y creadora con el tiempo y paciencia, y viendo a los Hermanos interactuar podemos llegar a esas semejanzas complementarias viviendo la ritualidad «escocista» desde prospectivas diferentes, al menos para mí, desde mi vital experiencia y visión hay pocas alternativas más desde la visión laicista y racionalista. y del rito Moderno, que profeso.

NOTA: Creo que puede servir como referencia también este trabajo versado sobre el Rito Francés, pero que explica como unos hermanos se atrevieron a plantearse un cambio de arquetipos. http://www.ritofrances.net/2008/11/no-s-si-antes-hubo-una-corriente-crtica.html

He dicho.  Victor Guerra. MM.:. Logia Progreso 1850. Le Droit Humain (DH).

domingo, 10 de mayo de 2015

La Masonería de los «ANTIGUOS». Punto de Arranque del REAA.?

 

Siguiendo con esa búsqueda de los orígenes del REAA, abordamos este otro trabajo  que nos lleva directamente al mundo de los «Antiguos» en base a preguntarse  ¿ Qué clase de masonería era la  de los «Antiguos» ? Pues bien este trabajo publicado por el Hermano Saul Apolinaire en su blog La Imprenta de Benjamin, lo recojo para ir dando testimonio sobre lo acontecido y escrito sobre los viejos orígenes de los Antiguos 

Víctor Guerra. MM.:. Droit Humain_España
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Título original: La Maçonnerie des "Ancients"

Publicado con autorización del blog Truthlurker, donde el autor se identifica con C.G.U, y al final del trabajo revela ser el traductor del libro de Joel Jacques, “Mahabone”.. 

Traducción de Saul Apolinaire

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A menudo se afirma que la francmasonería especulativa tuvo su nacimiento en Londres, junio de 1717, en el barrio de “Fleet Street”. 

Pero siempre se olvida precisar que al mismo tiempo que se efectuaba esta integración en esa misma época había un buen número de clubes de convivencia más o menos pintorescos y con tendencias festivas, tales como los Gorgomons, el Gran Kheibar y otros grupos de taberna muy propios de la Inglaterra de ese tiempo.

En efecto, lo que se fundó en el solsticio de 1717, no era ni mas ni menos que una Sociedad de Taberna que federaba a otros clubes del mismo orden alrededor de la idea de organizar en común una Fiesta de San Juan de verano, con el fin de que fuera menos costosa para cada uno..

Lo que queda como particular de esta fundación es la apropiación a que dio lugar esto.

En la medida en que ese reagrupamiento se componía de personalidades científicas y culturales de importancia, se convino en darle un nombre que lo refiriera a una sociedad existente asegurándose de este modo  una buena imagen, una tradición de protección y hasta una cierta libertad de acción.

La masonería antigua fue así arbitrariamente liberada de sus deberes y misterios propios para devenir en «libre», “ free”, y tomando la denominación de freemasonry.

Se dotó de un órgano de gestión y desarrollo, siempre en relación con la antigua sociedad, pasó a llamarse  «Gran Logia».

En esto es principalmente en lo que reside la originalidad de la creación. 

Antes de 1717 jamás había existido ninguna Gran Logia… de la reivindicación de la  libertad , paradójicamente nació la más grande restricción de la propia masonería: la Obediencia.

Como ese club tenía vocación de universalidad, su asiento se fijó en Londres y en ninguna otra parte, así fue como  “ Gran Logia de Londres vio la luz.

El primer  presidente fue nominado en la persona de Anthony Sayer, un hombre de poca personalidad que pasó del ingrato papel de secretario de Newton al de presidente del Club.

Bien pronto dejó su puesto a Jean-Theophile Désaguliérs, pastor calvinista presbiteriano, hombre de corte y frecuentador de la pequeña nobleza de tout Londres, quien decidió hacer de ese club de barrio una organización importante y cercana al poder.

La vio como un excelente medio de ascenso social y de reconocimiento sin relación a lo religioso y para conseguirlo invitó de inmediato a la alta nobleza

A fin de garantizar la leyenda y de mantener el misterio, le pide a un amigo, el pastor James Anderson, presbiteriano también pero sobre todo especialista en armoriales dudosos y genealogías de familia imaginarias, construir la de la Orden, bajo la forma de Constituciones.

Ese club de sociabilidad, habiendo conseguido ser protegido por la nobleza, comenzó a tratar de obtener un renombre, pasando igual de rápido a un juego de influencias entre católicos (jacobitas) y protestantes ( hanoverianos).

Fue exportado a París el 12 de junio de 1725 fecha en la cual se creó, a instancias de Lord Derwenwater, refugiado católico jacobita, la logia Saint Thomas que se instala en una taberna muy frecuentada por inmigrantes ingleses, en Barnabé Hute, calle de la carnicería.

Una logia rival fue instalada por los protestantes calvinistas en 1732, algunas calles más lejos en el Auberge du Louis d´Argent (Posada del Luis de Plata).

Pero el proyecto protestante de redireccionar la francmasonería francesa bajo la égida de los presbiterianos se extinguió rápidamente en un país extremadamente católico, que se apropió por su cuenta de una estructura muy a propósito para reunir el espíritu místico de su época.

Ese nacimiento de la primera Gran Logia de Francia y la apropiación por parte de los franceses de esa forma de sociedad, separa de inmediato los destinos de dos órdenes que dio como consecuencia una evolución particular en la rama continental.

Esa evolución sustrajo a la francmasonería francesa de la influencia del conflicto que había en suelo británico, la corriente de quienes se denominaban «Antiguos», en referencia a una larga tradición a la que supuestamente  pertenecerían, desde las logias de York y las guildas de constructores, con la de los intelectuales nobles y cortesanos, nuevos adeptos de un protestantismo rigorista y a los cuales se calificaba despectivamente de «modernos» por no decir impostores.

La francmasonería francesa no podía involucrarse en esto ya que si bien era, hablando con propiedad, heredera de la corriente de 1717 por otra parte había acentuado las limitaciones y multiplicado las disparidades.

No discutiremos mas a fondo por ahora sobre esta problemática que sería especialmente relativa a la introducción de facto de una nobleza brillante y orgullosa en un orden con reivindicaciones igualitarias e intelectuales, más que para analizar los eventuales contenidos místico-esotéricos más que dudosos en su mayor parte.

Tal debate sería demasiado ajeno a mi intervención de esta tarde, aún si no se opondría a nuestro asunto.

La estructura actual de la francmasonería inglesa se reivindica como la única «regular» y será de la que hablaremos  y lleva como título “Gran Logia Unida de Inglaterra”. 

Tal denominación se refiere exclusivamente a la federación de logias que sabemos se constituyó después del Acta de Unión de 1814 como continuación de la sorprendente idea que justificaría que la Gran Logia exista… esto es, que el funcionamiento en forma de Gran Logia permitió evitar la bancarrota de la masonería de 1717, totalmente endeudada por la construcción del Masonic Hall y puso fin al conflicto que oponía a las dos formas en presencia, las de los «Ancients y Moderns» en 1813.

Esta Gran Logia con vocación universalista fue consagrada el 30 de mayo de 1816 durante una tenida de ceremonia llamada Gran Logia presidida por el Muy Venerable Gran Maestre, Su alteza Real el Duque de Sussex sobre la base de una ceremonia donde el ritual se formó especialmente con una base del 80% del ritual de los «Ancients»”, y que hoy día conocemos bajo el apelativo de “ Perfect Ceremonies” o “Ritual de Emulación”.

¿Quiénes eran los masones «Antiguos»?...

Los masones Ancients se presentan el siglo XVIII bajo la forma de una reagrupación muy dispar de pequeñas logias independientes unas de otras, alrededor de eso que Patrick Negrier llama “La Palabra del Masón”.

Eran de diversos orígenes, mayoritariamente del noreste de Inglaterra, de Irlanda o Escocia. Presentan todas un carácter  nómada heredado de su tradicional desplazamiento de obra en obra.

Pretendían ser de la antigua confraternidad de Oficio cuya  organización se constituyó hacia el siglo VIII con los monasterios culdeos pasando, para resumir, por los estatutos Schaw y la vieja Logia de York que no devino en autodenominada Gran Logia de Toda Inglaterra sino en 1725, en reacción a los «Moderns» pero que el Rey de Inglaterra y sus obispos gobernantes habían dirigido desde el  siglo IX...

Antes de ese período del XVIII, la masonería de los »antiguos« jamás se había reagrupado en federación general sino solamente en guildas estatutariamente independientes y dirigidas por los Maestros de Obra designados por el Rey, tal como William Shaw.

Las logias no existían más que por los que la componían y se constituían según las necesidades. Se reconocían según los conocimientos y no según la presentación de un  “recibo de capitación”.

Lo que aún sorprende hoy en día es la energía  empleada en competir con una sociedad que le era totalmente extraña y donde su existencia hasta cierto punto fortuita fue declinando poco a poco.

En efecto, el origen de los «antiguos»  siendo puramente operativos, se reivindicaba a justo título, como los únicos miembros verdaderos de la antigua masonería que provenían de logias arcaicas y detentadoras de secretos de Geometría.

Ellos basaban su antigüedad en el hecho de que su corporación habría sido fundada y estructurada por el legendario rey Athelstan en el siglo IX.

En consecuencia, se presentaban como los únicos practicantes del rito regular de la masonería y los únicos habilitados para comunicar las palabras, signos y toques secretos…secretos mas antiguos, decían, que los formulados y sobretodo inventados o desnaturalizados por los fundadores de 1717.

Aparte del sitio de las columnas, se trataba más bien de la naturaleza misma de la enseñanza de la Palabra del Masón  (Mason Word) y de la construcción organizativa que marcaba la diferencia.

Ese grupo fue genera,  y tardiamente denominado Gran Logia de los Antiguos, tal apelativo dió por resultado que desde 1717 fuera mas fácil hablar de la masonería por referencia a una Obediencia antes que por la calidad de masón.

Esto es especialmente cierto para los historiadores franceses. Sin embargo, sabemos hoy día un  cierto número de cosas a propósitos de esos «antiguos» y de su organización ritual.

Los grados interiores, las Ordenes, sus vínculos y todo eso que formaba el enfoque de progresión, pues sus rituales y conocimientos eran enseñados progresivamente. Ya al comienzo la totalidad del curso era presentada como tal  a los Aprendices, y después los elementos iban siendo estudiados en progresión hasta la transmisión de los secretos del Arco.

Esos secretos siempre fueron considerados como “ el corazón”, la médula”de la masonería por los antiguos, a tal punto que una de las palabras mas utilizadas es “ médula en los huesos”… “ marrow in the bone”… “ mahhabone”.

La francmasonería de los antiguos presenta otra diferencia, y de talla. 

Se organiza, al menos desde las tradiciones de los masones de York, alrededor de los aprendices y compañeros, donde estos últimos devienen en “ hombres de marca” antes de poder ser Maestros de logia y por fin Excelentes Compañeros del Real Arco.

Habrá que esperar a la exportación del rito a las colonias americanas para ver la separación de la Marca y el Arco  respecto a los tres grados y hasta 1728 para que fuera integrada la leyenda de la maestría en el thesaurus de los modernos.

Puede entenderse ahora porque esos masones, principalmente inmigrantes irlandeses y escoceses quedaron muy sorprendidos al ver rechazado el acceso a las logias de Londres y, las raras veces en que fueron aceptados, de constatar que los de 1717 no se contentaron con organizarse alrededor de un poder central que en realidad no tenía competencia sobre ninguna jurisdicción masónica particular ni en la organización de los grados.

El reagrupamiento de las logias «antiguas» se realizó con seis de entre ellas, independientes, bajo la égida de Laurence Dermott, artesano peletero e intelectual burgués de origen irlandés.

La verdadera denominación de esta asamblea, un reagrupamiento interesante, fue primeramente : «La mas antigua y honorable Fraternidad de los masones libres y aceptados », mas adelante «  Gran Logia de los Masones Libres y Aceptados según las Antiguas Instituciones » (Grand Lodge of Free and Accepted Nasonbs of England according to the old Constitutions ».

La asamblea que determinó la existencia colectiva de los «antiguos» en tanto que Gran Logia, fue celebrada el 17 de julio de 1751 en la taberna « Cabeza de Turco » ( Turk´s Head tavern) en la «  Greek street « del barrio londinense del Soho, es decir del otro lado del barrio del Strand, barrio de tenderos, en el lado geogr´afico opuesto al sitio de fundación de la logia de 1717.

Las crónicas de John Morgan, que trabajaba en la secretaría, indican la presencia de siete logias, ninguna de las cuales, y por buenas razones, estaba afiliada a la Gran Logia de Londres de 1717.

Durante esta fundación, para el historiador masonológico inglés Bernard Jones no había más de ochenta personas, todos tenderos, mecánicos y pequeños artesanos, inmigrantes en su mayor parte de origen irlandés, instalados en Londres.

Esta nueva estructura tomo enseguida el hábito de reunirse en una taberna ocupada por una octava logia que se unió a ellos y ofreció su local ; la logia « Temple and Sun » sobre Shire Lane en Temple Bar, otro barrio de Londres.

Esta Gran Logia de los Antiguos, era igualmente conocida, en la época, bajo el nombre de Gran Logia Atholl, por el nombre de los Duques de Atholl, protectores de larga data de la Corporación y que ocuparon la Gran Maestría a partir de 1771. 

Esta nueva institución pretendía reagrupar todo a la vez, la Gran Maestría de los Antiguos y la de la Gran Logia de Escocia, constituida recién en 1736 después de los Saint-Clair de Roslyn fueron removidos de su cargo de protectores hereditarios de la masonería escocesa.

Otra particularidad, los miembros de la Gran Logia de los Antiguos, es que reivindicaban una denominación particular, la de « free and accepted masons » es decir «  masones libres y aceptados »

El calificativo de « Libre » estaba en la denominación general de la masonería especulativa y poco a poco fue transformándose para devenir en «  freemason »-

Hoy en día existe mucha literatura relativa a ese calificativo desarrollando el hecho de que los obreros masones, además de su cualidad de artesanos itinerantes, disponían de una cierta libertad, una franquicia, de acción y de reagrupamiento entre las distintas guildas obreras que existían bajo el sistema feudal.

Algunos autores, como Eric Ward, hacen derivar el nombre de free-masonsdel término que calificaba a la piedra franca, free-stone que generalmente iria acompañada del nombre de quien la trabaja, el masón. 

Esa fórmula verá su primera aparición en el siglo XIV con la instauración de una suerte de primer derecho del trabajo; los estatutos de los Obreros (Statutes of Labourers), en 1351 que definían un estatuto de master free-stone mason mas de un siglo antes de la redacción del Regius. Todo eso producirá con el tiempo un término genérico de freemason, frimason, freymason o free-stone mason. Estas explicaciones concernientes al origen del término freemason se derivan directamente de las teorías que destacan la filiación operativa de la orden y hasta hoy son sostenidas como garantía de la regularidad de origen de las obediencias.

Eric Ward, autor de manuales de Aprendiz-Compañero-Maestro del rito de Emulación, hace remontar esas fuentes históricas a los siglos XIII y XIV , cosa que parecería estar confirmada por ciertos documentos de época.

Esa explicación, basada a la vez sobre la mutación lingüística y las afirmaciones más o menos realistas de una mayoría de talladores de piedra en el seno de las corporaciones de masones, se enfrenta sin embargo a las estadísticas de las antiguas logias escocesas dadas por David Stevenson en los años 1980s y que dejan ver que en las logias  se encontraban diferentes categorías de oficios de la construcción  y que los talladores de piedra estaban lejos de ser los únicos miembros de las guildas de masones… de allí, es válido preguntarse porqué denominar a los miembros de una sociedad como esa con el nombre de solo una parte de sus miembros?

Esta Libertad, esta franquicia, que califica al masón es omnipresente en los diferentes escritos relativos a las guildas de constructores y a las antiguas logias de constructores donde los oficios concurrían en participar en la construcción de edificios. Todos esos hombres se reagruparon bajo el nombre de masones « operativos », es decir con el de aquellos cuyo oficio era el de participar en la operación de la construcción.

Y ese término aún está en uso en nuestros días. 

Sin embargo se sabe que fueron francmasones los que formaron la Orden, al menos entre los « Antiguos » y si se desea comprender una de las realidades culturales de fines del siglo XVIII, debemos detenernos un instante sobre eso que dicen los catecismos masónicos más viejos, a saber, que un masón debe ser «nacido libre » y/ o de una « mujer nacida libre » según los distintos ritos en uso.

Así que un masón no puede ser ni esclavo ni nacido de esclava, pero tampoco puede ser « comprometido »  queriendo decir » estatutariamente constreñido ». 

Esos términos nos darán una aproximación a la vez, de las fuentes y de las consecuencias de las corrientes internas en la masonería, ya sean simbólicas o puramente sociales.

Las disposiciones relativas a la libertad, la franquicia del masón y a su libre nacimiento son todavía hoy, asociadas a los Candidatos que desean recibir la iniciación y que ya no son obreros de oficio.

La comprensión total del sentido de esta problemática de «  nacimiento libre », no puede lograrse más que ubicándola en el contexto particular de una sociedad que la tenía inscrita entre sus reglas.

Es evidente, en el estudio, que una gran parte de los ritos anglosajones de estilo Emulación y una parte menor del Rito Escocés Antiguo y Aceptado, presentan una fuerte inclinación a ofrecer una imagen ordenada de la sociedad victoriana del siglo XIX con el fin de promover el modelo social como  referencia de una civilización  que a veces debe justificar las diferencias.

La mayor parte de los autores ingleses de esa época estaban íntimamente persuadidos de la superioridad del modelo británico y del hecho de que debía servir de referencia. Del mismo modo, las sociedades muy católicas o protestantes, calvinistas y luteranas del continente, comenzaron a revisar algunos principios a fin de integrarse en sus prácticas y modelos sociales.

Por extensión, el 99% de los historiadores continentales de la francmasonería no hablan más que de sí mismos, como los ingleses. 

Es así que «el buen renombre», la recomendación de excelencia del obrero de los antiguos rituales, se transforma en las «buenas costumbres » entre los cristianos rigoristas, protestantes y católicos preocupados de una mejor afirmación del decoro social, garantía de educación de un linaje sin tacha.

He dicho 

miércoles, 22 de abril de 2015

«Tres golpes distintos» Orígenes de la ritualística masónica (II)


Seguimos entregando el trabajo o del Hermano Roger Dachez, sobre el nacimiento y  los rituales que dieron consistencia tanto al  mundo ritual  del Rito Escocés Antiguo y Aceptado (REAA) como al Rito Moderno y Francés. 

Sin que sepamos el origen por tanto del mundo ritual de los «Antiguos», y por tanto no tenemos muchas certezas sobre las bases de nacimiento del REAA, y en todo caso queda una gran pregunta en el aire. ¿Que fue lo que hizo que desapareciera todo el mundo ritual de los Modernos, nacido de la esencia inglesa y sus mestizajes, y quedara todo el universo  masónico plagado  de esa ósmosis   que generó el mundo de los «Antiguos»?

Con esta entrega de Roger Dachez se finaliza el trabajo  que es por otra parte un buen complemento de otros aportes que se ha ido exponiendo en el blog Rito Francés (www.ritofrances.net)  

Victor Guerra

Hemos visto que el sistema masónico expuesto en esta divulgación es la de los "«Antiguos», y tras el  de los «Modernos», este es  el segundo sistema simbólico que aparece en Inglaterra.

Estos sistemas presentan numerosas diferencias tanto por su estatus como por su contenido. 

Una primera distinción reside en el hecho que la tradición de los «Modernos» se implantó en Francia y se extendió sobre el continente, cuando en realidad el sistema de los «Antiguos» se había quedado ,desarrollándose en su lógica y en  su funcionamiento netamente  inglés o anglosajón, y ello conllevó a que quedara concernido al territorio inglés 10.

Una segunda distinción que se puede hacer, es  la relativa al problema de las fuentes de estas dos tradiciones. Si bien puede identificarse la tradición de los «Modernos», no puede decirse lo mismo de las fuentes de los «Antiguos».

Comparando la divulgación de Prichard (1730) con los más antiguos documentos escoceses conocidos como grupo Haughfoot, como el Manuscrito de los Archivos de Edimburgo, o el Manuscrito Chetwode Crawley y el Manuscrito Kevan, 1696-1714, 11, es posible establecer una filiación entre estos dos textos. Se encuentran en estos textos escoceses, los elementos rituales más importantes, lo cual permiten pensar, en efecto, que son una de las fuentes localizables de la primera masonería inglesa. 


No existe ninguna relación con la Masonería de los «Antiguos» y las fuentes de la divulgación que estamos estudiando, ya que son  desconocidas. Las hipótesis que puede adelantarse, eso sí con cierta prudencia, es que en todo caso son muy tenues. Por ejemplo, se observará que no se conoce ninguna atestación de un ritual de los «Antiguos», en Inglaterra antes de 1750.

Ahora, sabemos que los «Antiguos» eran esencialmente de origen irlandés. ¿Puede por ello deducirse que el ritual de los estos se inspiraría en un sistema masónico que habría tenido su nacimiento en Irlanda a partir de fuentes indeterminadas? 

Esta será pues la única fuente de estudio de la historia  sobre la primera masonería irlandesa, estudiar esta profundamente, lo cual  nos permitirá, quizás, dar respuesta a estas dudas.

Se sabe que la existencia de una logia, por lo menos con una actividad masónica la cual  se localiza en Dublín desde 1688 la Trinity College

Ciertos investigadores han considerado que esta primera masonería irlandesa podría ser una clase de masonería archéo-inglesa, en la medida en que la masonería habría sido introducida, en esta tierra católica por los colonizadores ingleses y protestantes.


Con el pasar del tiempo, en estos últimos se fueron convirtiendo en anglo-irlandeses, luego en irlandeses, y es así como esta masonería ahora irlandesa sería el testimonio viviente de un primer sistema masónico inglés de finales del XVII. Este sistema habría desaparecido de Inglaterra, donde fue sustituido por el de los « Modernos», para perdurar y desarrollarse en Irlanda solamente. 

Desdichadamente, esta hipótesis es atractiva pero no descansa sobre ningún documento que hoy nos pueda decir algo al respecto.

Abordemos entonces bajo otro ángulo los misterios de Trois coups distincts , estudiando el texto mismo.

Desde el primer momento que lo examinamos se descubre una extraordinaria extrañeza, a la vez que novedad, con respecto al sistema descubierto por S. Prichard. Quedando al descubierto varias diferencias, aun mayores entre, estas las dos tradiciones la «moderna y la antigua».

* La posición de los vigilantes.
En el texto de Prichard,  parece recoger un uso antiguo y más simple de la masonería escocesa, en la cual el Venerable Maestro está sentado al Oriente y los dos Vigilantes al Occidente que responde al sistema de los «Modernos» se desarrollará por todo el Continente; y está fundado sobre el eje Este-Oeste.

En la masonería de los «Antiguos», están los tres oficiales dispuestos de una manera diferente: un Vigilante está colocado de lleno Oeste y el otro de pleno en el Sur. Es más, el texto del ritual de apertura de los trabajos asocia el lugar de los oficiales a tres posiciones notables el Sol corresponde al Venerable, el Oeste para el 1º Vigilante, y el Sur (12) para el 2º o Vigilante.

* La posición de los 3 grandes candelabros .
En Prichard, se encuentran dos candeleros al Oriente y uno solo al Occidente (posición que se encuentra evidentemente en el rito francés). Estos candeleros no son asociados a los oficiales y representan el Sol, la Luna y al Maestro de Logia 13.

En cambio, en el sistema de los  «Antiguos» estos candelabros son asociados a cada uno de los 3 oficiales y a las virtudes Sabiduría, Fuerza y Belleza 14.

* Las tres grandes luces.
Según los  «Modernos », estas luces son el Sol, la Luna y el Maestro de Logia.

Para los «Antiguos»", es el Volumen de Ley Sagrada, la Escuadra y el Compás ouThree Great Lights , las tres grandes luces, el Sol, la Luna y el Maestro de Logia que se convierte en les Lesser lights o las tres luces menores 15.

* La posición de las palabras sagradas.
Esta pregunta es compleja y la diferencia entre las dos tradiciones no es quizás tan fundamental como se ha querido exponer.

 Prichard da dos palabras como J. y B. desde el 1 grado (16) mientras que los «Antiguos» dan una sola palabra B. Sin entrar en  detalles, observamos sencillamente que el reproche dirigido a los «Modernos», que habrían invertido las palabras sagradas, está  en realidad, lejos de ser probado, 17.

Es mucho más verosímil, en efecto que las dos palabras fueran, en origen, asociadas como lo testimonia el texto de Prichard 18, y que luego hubieran sido disociadas. Esto podría explicar que los «Modernos» hayan elegido la palabra J , y los «Antiguos»" la palabra en B., en todo caso J que se encuentra en el 1º grado del sistema francés nacido de los  «Modernos», y B. en el 2 grado en el sistema de los «Antiguos», es B. el que se encuentra en el 1 grado, y la  J. el 2º grado. 

Esta diferencia tendrá consecuencias incalculables. A lo largo de cerca de 60 años las dos grandes Logias rivales se pelearán acerca de esta pregunta, y  dicho  debate se ha perpetuado en el Continente hasta nuestros días.

Se podrían evocar otras diferencias: por ejemplo, la apertura que es más corta en los  «Modernos»  que los «Antiguos»  pues éstos declinan las funciones de los oficiales 19, así que la arquitectura del primer grado de los «Modernos» es profundamente diferente a la que realizaban los «Antiguos».

Para proponer una hipótesis sobre el origen de la tradición de los  «Antiguos», nos hace falta considerar  todas estas diferencias, y de forma paradójica al ver  los puntos comunes entre estos rituales, uno se apercibe que en el seno de la masonería anglosajona de comienzo del XVIII se dió  un cierto número de temas pertenecientes tanto a los " «Modernos» como a los  «Antiguos«": los Oficiales, Venerable y Vigilantes, las palabras en J. y en B., las 3 luces, la Biblia, la escuadra y el Compás, las piedras, las joyas , los 4 puntos cardinales.. 

Se podría avanzar la hipótesis de que este inventario ha sido dispuesto de maneras diferentes y específicas para formar los dos sistemas que conocemos.

En efecto, a finales del siglo XVII, el contenido simbólico de la masonería anglosajona (ritual, ceremonial y las instrucciones, son extremadamente simples y residen esencialmente en el juramento y la Palabra. 

A principios del XVIII, la Masonería se estructura. Es muy posible que esta voluntad de organización haya traído las diferentes elecciones que se dieron en Inglaterra y en Irlanda. 

Las estructuras eran todavía embrionales y la disposición de la documentación simbólica de base ha podido hacerse al pairo de las circunstancias, de los intereses locales, de las ideas, de los gustos, de la imaginación de cada uno,.

Desde esta perspectiva, es evidente que la interpretación simbólica de los significados fundamentales de estas elecciones se hace muy relativa la colocación coherente de todos estos elementos lo cual ofrecía, sin duda un número de posibilidades infinitas. Las soluciones retenidas son sin duda estas que nos han aparecido más interesante, los más cómodas, incluso más hermosas, sin significado específico una respecto a la otra .

 ¡Por otro lado , para atenernos a la pregunta del orden de las palabras sagradas, estaría bien poder distinguir la diferencia de significado según que las palabras sean dadas en un orden o en el otro! 
Por fin, no olvidamos que no es sólo Hutchinson 20, en 1775, que la Masonería inglesa llega verdaderamente al estatuto de Masonería especulativa, simbólica, lo cual no era el caso un poco antes, cuando se contentaba con armonizar de los elementos muy simples.

Para coronar del todo esta mezcla de estos dos sistemas una vez constituida como tal  se agravará aún más si cabe la confusión inherente a estas asociaciones al punto de devolverse  casi inexplicable. Fue el caso en Inglaterra en 1813 pero también lo fue  antes  en Francia, una decena de años antes, con la Guía de los Masones escoceses, “Guide des Maçons ecossais” cuando se combinó la tradición de los«Antiguos» con los usos franceses, los «Modernos» 21.

Discusión :
* Una comparación entre los sistemas masónicos escocés e irlandés sería sin duda muy instructivo pues hay relaciones muy antiguas entre estos dos países. 

Desde el siglo VI, los “Scots” irlandeses han colonizado Escocia. Audaces navegantes, poblaron, entre otro, los monasterios de Europa septentrional. 

En otro plano, la Gran Logia de Escocia fundada en 1736 tuvo en seguida muy buenas relaciones con el Gran .Logia de los «Antiguos», por los cuales no escondían su simpatía. Eso nos indica que la Masonería  de los «Antiguos» fuera convertida rápidamente en una masonería inglesa, lo que ha facilitado en parte el acercamiento con los «Modernos» ".

Así hemos visto que los misterios de esta divulgación pone de manifiesto los problemas fundamentales sobre el origen de la masonería británica. 

Es más,  ello ha tenido una gran resonancia sobre los sistemas masónicos contemporáneos. 

Son los «Antiguos» los que han modelado finalmente y en gran parte el rostro de la masonería inglesa de hoy, y costaría mucho trabajo encontrar en ella lo que pudiera subsistir de la herencia que recibieron de los  «Modernos»

Así que este sistema masónico, digamos que  su origen queda sumido en un misterio,  que ha logrado suplantar prácticamente toda la tradición de los  «Modernos» " y a instalarse como dueño y señor en el mundo anglosajón.

NOTAS
10 En realidad, ha tenido una descendencia casi fortuita en Francia con Le Guide du Maçon Ecossais en 1804, esqueleto de los rituales de los grados azules del Rito escocés Antiguo y Aceptado.
11 Sobre estos manuscritos ver R.T. n°47, julio de 1981, p.161-169 " Les tres más antiguos rituales masónicos " traducción y presentación de René Désaguliers.
12 La expresión " à son méridien ", utilizada en ciertos rituales franceses y que hay quien quiere traducirla como " at high Meridian " no tiene, en realidad, ninguno significado.
13 Habrán comprendido que, en este caso, que el Maestro de Logia , no es el Venerable...
14 La asociación de Sol, la Luna y el Maestro de Logia que existe también pero es más tardía y resultó de la unión de 1813 que ha mezclado las dos tradiciones. Notemos que al pasar al R.E.A.A. esto traerá complicaciones suplementarias reponiendo los candelabros al centro, y asociándolos a los vigilantes guardando el antiguo significado... ¡Encuéntrate si puedes o pudiera !
15 Sobre esta pregunta, podrá leerse el artículo de Harry Carr in The Freemason at Work, p.207-212.
Esto será todavía más la fuente de las grandes confusiones. Por ejemplo, se encuentra en ciertas formas actuales del rito francés las 3 grandes luces de los " Antiguos ", es decir el Volumen de la Ley Sagrada con La escuadra y el Compás colocados encima, cuando en la verdadera tradición de los " Modernoss ", es el Biblia, y no el Volumen de la Ley Sagrada, que ha dispuesto sobre el altar del Venerable de la Logia con la espada encima . Esta diferencia tiene también una consecuencia sobre el procedimiento del juramento pues, al contrario de los " Modernos ", los " Antiguos " ponen el Volumen de la Ley Sagrada sobre un altar separado delante del Venerable. Para hacer prestar juramento, este último se desplaza y toma el Libro entre sus manos. Es el origen del " Due garde ."
16 « -yo te daré la Palabra. (...) - B. (...) - Dadme la otra palabra. - J. (...) " in L'Herne La franc-maçonnerie: documents fundatours, p.318.
17 Sobre esta pregunta tan compleja, se recomienda la lectura de Las dos Grandees Columnas de la Francmasonería por René Désaguliers, éd. Dervy,  que es un texto indispensable.
18 Les tres rituales masónicos más antiguos que se conocen (los del grupo Haughfoot) de 1696-1720: "¿ Donde se encuentra las palabras? - En el libro I de los Reyes (...) las palabras Jachin et Boaz. " (in R.T. n°47, arte. cit., p.169). Se trata aquí de una palabra a repartir, una acción de dar las cartas el primero y otro el segundo, lo que permite reconocerse. Este empleo tradicional es de en otra parte conforme a la definición etimológica de la palabra símbolo, del griego sumbolon , “pedazo de un objeto compartido entre dos personas para servir entre ellas de signo de reconocimiento” . Prichard da todavía las dos palabras, pero introduce el empleo de deletrearlas. En efecto, a partir de este momento ya se tiene pensado separar las palabras, que vienes constreñido de separar las cartas de la palabra restante si se quiere seguir sirviéndose de ellas como signo de reconocimiento. Harry Carr nos enseña que la creación de un segundo grado ha conducido tiene separar cierto número de elementos entre ellos la Palabra sagrada.
19 Hay que anotar que en los " Tres golpes distintos ", es el oficial de grado inferior quien anuncia en la logia al oficial de grado superior, lo que se encontraba ya en la Guia de los Masones Escoceses. Cuando la unión de 1813, se simplificó el sistema y cada oficial se indica a si mismo y su propio lugar.
20 William Hutchinson publie Spirit of Masonry .
21 Un interesante estudio sería a llevar adelante el inventario de las confusiones en los grados azules del R.E.A.A. y aquéllos del rito inglés y de compararlas luego.

Artículo de Roger Dachez (1997)

Transducción libre de Saul Apolinaire y Victor Guerra MM.:. Droit Humain -España